lunes, 9 de diciembre de 2013

James Gandolfini, un tipo corriente



SOBRAN LAS PALABRAS (2013)

Apenas había oído hablar de esta película cuando acudí al pase de prensa por la curiosidad de ver un reparto tan atractivo como el que nos ocupa, el cual incluía: uno de los últimos papeles de James Gandolfini (el genial Tony Soprano de la serie Los Soprano) en pantalla grande, a Julia Louis-Dreyfus (conocida por la sitcom Seinfeld y más recientemente por la sitcom Veep¸ donde interpreta a la Vicepresidenta de EE.UU.), a Catherine Keener (Asesinato en 8 mm -en la que también salía Gandolfini-, La intérprete o, más recientemente, Capitán Phillips) y a Toni Collette (El sexto sentido, Pequeña Miss Sunshine o la serie, por la cual ha recibido numerosos premios, United States of Tara).



La historia que se nos presenta, sin desvelar ningún detalle especialmente relevante, es la típica historia de amor entre Eva, una masajista divorciada (Louis-Dreyfus) que está harta de su rutina y que tiene una hija adolescente, y Albert, un divorciado (Gandolfini) con otra hija también adolescente que no se lleva nada bien con su ex-mujer.




Es cierto que todos los actores realizan un gran trabajo interpretativo, especialmente Gandolfini como un tipo divorciado totalmente corriente, que sólo busca otra oportunidad de enamorarse tras el fracaso absoluto de su primer matrimonio. Sin embargo, Louis-Dreyfus en muchas ocasiones da la sensación que sólo presta atención a la parte de comedia (quizás sea problema mío que la tengo encasillada en esos papeles, en los cuales tampoco me gusta especialmente), con una interpretación en la que gesticula demasiado y que acaba resultando un tanto histriónica. Por su parte, tanto Keener como Collette están espléndidas en unos papeles que parecen hechos a su medida. Igualmente, Tavi Gevinson (bloguera de moda que debuta en la interpretación), quien interpreta a la amiga de la hija de Eva, realiza uno de los papeles más interesantes del filme, si bien no tiene suficiente recorrido como para profundizar lo necesario en su historia.

Las relaciones entre los personajes están bastante bien dibujadas, resultando realistas y creíbles en casi todo momento, cosa de agradecer teniendo en cuenta la temática del filme. Sin embargo, hay múltiples ocasiones en que la trama se desinfla un poco y pierdes el interés (es cierto que no soy el público potencial de esta cinta, pero me dio la sensación de no ser el único en la sala con estos problemas, incluidas algunas cabezadas que vi a mi alrededor). Esto es provocado por la sensación constante de saber qué va a pasar, la cual se cumple en la gran mayoría de los casos, incluyendo un evento que, sin desvelar cuál es, estamos esperando desde casi el inicio del filme y que no ocurre hasta pasados más de dos tercios del metraje, ralentizando el desarrollo de los acontecimientos.

En definitiva, estamos ante una película correcta, que se sustenta en gran medida en las interpretaciones de sus protagonistas y secundarios, pero que da la sensación de no llevar a ningún sitio nuevo, pues el guión es más pobre de lo que puede parecer a simple vista leyendo la sinopsis (la cual, por cierto, cuenta más de lo que debería).

Un momento del rodaje con Gandolfini y Louis-Dreyfus
Gandolfini y Louis-Dreyfus junto a la directora del filme.

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