jueves, 27 de noviembre de 2014

Viaje al interior de un agujero de gusano

INTERSTELLAR (2014)

Christopher Nolan (director de la trilogía de Batman, Memento, Origen) vuelve a superarse con una película que nos lleva hasta los límites del espacio y que pone a prueba la capacidad del espectador (demasiado acostumbrados estamos a filmes mediocres con argumentos bastante planos y que sólo nos asombran, en el mejor de los casos, visualmente), pues Nolan es firme defensor de que el cine comercial no ha de estar reñido con la calidad ni con la profundidad en el argumento y la trama.

Así, Nolan comienza una trama que pese a su simpleza inicial aparente (la Tierra se muere debido al polvo y a una plaga), y pese a que deja muchos aspectos sin explicar (Nolan también es defensor de que el espectador complete la historia, de no dárselo todo hecho sino que tenga que completar aspectos de la trama por sí mismo haciendo así suya la película en una pequeña medida), poco a poco va tornándose más misteriosa y compleja. Sin embargo, esto no quiere decir que la película no te atrape desde el primer momento, pues así lo hace y sólo te suelta en el último plano del desenlace (pese a sus casi 3 horas de duración), momento en el cual estás deseando volver a verla desde el principio.

Nolan se rodea de un reparto estelar capitaneado por Matthew McConaughey (el detective “Rust” Cohle de la serie True Detective) y Anne Hathaway (Selina Kyle/Catwoman en El Caballero Oscuro. La leyenda renace o Fantine en la última adaptación del musical Los Miserables). A éstos se unen Jessica Chastain (La deuda, La noche más oscura), John Lithgow (el asesino Trinidad en la 4ª temporada de la serie Dexter, El origen del planeta de los simios), Michael Caine (el mayordomo Alfred en la trilogía de Batman, Origen, Hijos de los hombres, Un trabajo en Italia), Wes Bentley (American Beauty, Los juegos del hambre), Casey Affleck (El indomable Will Hunting; Adiós pequeña, adiós) y Matt Damon (Jason Bourne en la trilogía de Bourne, Infiltrados, Valor de ley) en un papel muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados y que borda a pesar del poco tiempo que tiene en pantalla. Por último, resaltar la actuación de la joven Mackenzie Foy, quien borda su papel de Murphy, la joven hija del protagonista.

Pese al estelar reparto, quienes realizan unas interpretaciones más que correctas en sus respectivos papeles, una de las sorpresas y de los grandes aciertos del filme no es humano (aunque su voz sí, pues le dobla en versión original Bill Irwin): el robot TARS. Con su dosis de humor (al 90%), consigue aliviar la tensión de la trama en los momentos justos y es la contraparte perfecta para los rígidos humanos, siendo también quién plantea algunas de las cuestiones más interesantes de la película. Cabe destacar que el diseño era totalmente funcional, no sólo estético, pues Nolan quería el realismo que aportaba que el robot realizase realmente la mayor parte de sus escenas.

Visualmente la película es apabullante, con planos espectaculares no solo del espacio y de los diferentes planetas, sino también de la granja y de los campos de maíz que posee el protagonista en la Tierra. Mención aparte merece la recreación del agujero de gusano, alabada por la propia NASA puesto que dicen que es la recreación más fiel que se ha conseguido hasta la fecha.

El compositor Hans Zimmer (Gladiator, la tetralogía –por el momento– Piratas del Caribe, la trilogía de Batman. El Caballero Oscuro), colaborador habitual del director, sorprende con una banda sonora muy diferente a todas la que nos tiene acostumbrados hasta el momento, siendo ésta perfecta para cada instante del filme. Los efectos sonoros también están usados de manera magistral, acrecentando la tensión y la angustia en los momentos precisos (para ello es imprescindible visionar el filme en una sala con un sistema de sonido excelente, pues si no se pueden perder muchos matices). Los silencios, parte del sonido de la cual nos olvidamos muchas veces, también están utilizados de manera soberbia para introducirnos en la situación de los protagonistas, en ese vacío total que hay a su alrededor en muchas ocasiones.
 
En definitiva, Nolan consigue realizar una película de ciencia-ficción que, además de complejos temas físicos (agujeros de gusano, la relatividad de Einstein), trata temas universales para el ser humano como el amor, el egoísmo, el instinto de supervivencia, la amistad, el paso del tiempo, el valor del sacrificio, la muerte… logrando llevar a la ciencia-ficción a una posición privilegiada que en contadas ocasiones ha alcanzado. Muy recomendable verla en pantalla IMAX si es posible.

Momento del rodaje del filme.
Jessica Chastain y Casey Affleck en un moento del filme.
McConaughey, Hathaway y Gyasi.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Gran thriller policíaco español

LA ISLA MÍNIMA (2014)

Alberto Rodríguez (director de las galardonadas 7 vírgenes y Grupo 7) nos ofrece una película tensa y oscura, ambientada en los años 80 tras la dictadura franquista, con una atmósfera opresora que poco tiene que envidiar a recientes superproducciones americanas como la serie True Detective (pese a ciertas similitudes con dicha serie la producción de esta película comenzó antes según sus responsables) o el galardonado film del año pasado Prisioneros.

Raúl Arévalo (Gordos, También la lluvia, Primos) y Javier Gutiérrez (la serie Águila Roja, el film 1 franco, 14 pesetas y su continuación 2 francos, 40 pesetas) interpretan magistralmente a los dos policías expedientados encargados de investigar la desaparición de dos adolescentes en un remoto pueblo de las marismas. Si bien es cierto que el guión podría haber dotado de mayor profundidad a estos personajes (el pasado de ambos es bastante plano), los actores consiguen otorgarles una personalidad atrayente y turbadora a partes iguales, convirtiéndose la interpretación de ambos en una de las grandes bazas de la película.

Antonio de la Torre (Balada triste de trompeta, las ya mencionadas Primos y Grupo 7) y Nerea Barros (Rafael, El oro del tiempo), interpretan a los padres de las menores desaparecidas. Ella tiene miedo a un marido excesivamente controlador, pero desea saber la verdad sobre la desaparición de sus pequeñas, por lo que ayudará a la policía a espaldas del marido en la medida de sus posibilidades, otorgando una atmósfera aún más inquietante a la ya incómoda situación.

Rodríguez consigue aprovechar ese carácter rural solitario de los años 80 y construir la trama en torno al mismo, siendo un gran valor añadido para el desarrollo de la historia. A esto ayuda enormemente la recreación de los años 80. Sin necesidad de sobrecargar de elementos la pantalla para recordarnos en qué época estamos, la sobriedad de la puesta en escena nos transporta rápidamente a dicha fecha.

La trama está construida sólidamente, manteniendo el interés a lo largo de todo el metraje y con secuencias verdaderamente tensas, como la persecución nocturna en coche o las visitas a algunas zonas rurales, que sin necesitar grandes alardes visuales consiguen generar verdadera tensión y empatía con los policías encargados del caso. Rodríguez dirige el film con pulso firme, atrapando al espectador desde el primer instante y consiguiendo que no decaiga el interés en ningún momento a lo largo de todo el desarrollo de la investigación. 

Otro aspecto sobre el que conviene llamar la atención es la soberbia fotografía de Alex Catalán, con unos planos cenitales de las marismas realmente espectaculares (atención a los títulos de crédito iniciales) y con un aprovechamiento del paisaje sevillano menos conocido verdaderamente magistral. La banda sonora de Julio de la Rosa, quién ya trabajó con Rodríguez en After o 7 vírgenes, subraya esa atmósfera opresora y rural de manera magistral, sin sobresalir en ningún momento pero acompañando y ensalzando al conjunto cuando es necesaria. 
 


Por poner algún pero a esta película, que sin duda es de las mejores del año (sin necesidad de diferenciarla de productos extranjeros), el final es demasiado precipitado tras un desarrollo magistral, dejando algunos cabos sueltos (seguramente a propósito) que restan fuerza al conjunto, descendiendo una película sobresaliente a un mero notable y relegándola por detrás de algunas de las producciones anteriormente mencionadas. Pese a estos detalles finales estamos ante una de las imprescindibles de este año. Muy recomendable.

Un momento del rodaje del film.
Rodríguez dirige a Gutiérrez en un descanso entre tomas.

martes, 6 de mayo de 2014

Diferente y original aunque incompleta

SNOWPIERCER (ROMPENIEVES) (2014)

Luchando contra el cambio climático congelamos el mundo. Así comienza la nueva película del director surcoreano Bong Joon Ho (conocido internacionalmente por ser el director y guionista de la aclamada The Host), basada en la novela gráfica francesa Le Trasperceneige, que nos presenta un futuro cercano en el que los únicos supervivientes se encuentran en un tren que recorre una línea circular transcontinental sin detenerse en ningún momento.

Pese a las inconsistencias de la propuesta (un tren en perpetuo movimiento, unas vías circulares por todo el mundo que no llegan a atascarse por acumulación de nieve cuando sólo hay un tren circulando por ellas una vez al año, una producción de alimento difícilmente sostenible, un tren que protege del frío no se sabe muy bien cómo y que ha de estar en perpetuo movimiento no se sabe muy bien porqué…), el director consigue articular una película interesante, que no llega a aburrir en ningún momento y con una dosis de crítica social y medioambiental que, si bien podría haber sido más profunda y mordaz, se agradece.

Joon Ho ha conseguido rodearse de un reparto internacional capitaneado (nunca mejor dicho) por el norteamericano Chris Evans (el capitán América de Los Vengadores y de los films en solitario del superhéroe o la Antorcha Humana de Los 4 fantásticos) como el líder de la rebelión en un papel que cumple a la perfección. A éste le acompañan el surcoreano Song Kang-ho (visto en la anteriormente mencionada The Host), los británicos Jamie Bell (Billy Elliot o quién pone cara y movimientos al nuevo Tintín de Spielberg y Jackson en Las aventuras de Tintín), John Hurt (Alien: el octavo pasajero, la excelente miniserie The ConfessionV de Vendetta) y Tilda Swinton (Michael ClaytonQuemar después de leer, la bruja blanca de Las crónicas de Narnia), la cual está enorme en un personaje mezquino, odioso e histriónico que la actriz interpreta de manera sublime. También aparecen, en roles con menor tiempo en pantalla, la norteamericana Octavia Spencer (Criadas y señoras), la canadiense Alison Pill (conocida por su papel de Maggie Jordan en la serie The Newsroom) y el norteamericano Ed Harris (La RocaEl show de TrumanApollo 13Enemigo a las puertas) como el magnate constructor del ferrocarril que da título al film.
 
Si bien la fotografía no es nada del otro mundo, el director nos sorprende con algún que otro plano interesante y algunos momentos en slow-motion realmente sugestivos. Además, aunque se nota la falta de medios en algunos planos del exterior del tren (los cuales por suerte no son demasiado abundantes), el director consigue crear una atmósfera opresiva que resultará muy atrayente para los fans de la ciencia-ficción apocalíptica.

Las escenas de lucha, en líneas generales, están muy bien resueltas, con un montaje no demasiado frenético y algunos planos bastante interesantes, habida cuenta que dicha acción se desarrolla íntegramente en el interior de un tren, con las limitaciones espaciales que esto conlleva.


Joon Ho, sin embargo, consigue aprovechar enormemente un escenario tan limitado como un tren, convirtiendo una posible desventaja del film en una virtud. De este modo, el departamento de arte ha logrado dotar de vida a cada vagón a través de la funcionalidad para la que fue creado y el diseño (pese a que algunos de ellos sean bastante surrealistas y no demasiado prácticos para la situación que se presenta, visualmente son muy interesantes). Así, llegas a quedarte con dudas sobre algunos vagones que deben existir por fuerza en el tren y no se ven en ningún momento, llegando a desear verlos simplemente por curiosidad.


Por otra parte, la banda sonora de Marco Beltrami (nominado al Oscar por El tren de las 3:10 y  En tierra hostil) cumple su función de acompañamiento a lo largo de toda la película, pero sin llegar a destacar en ningún momento. Es posible que hubiese acaparado demasiada atención, pero quizás se hubiese agradecido un toque un poco más personal en la banda sonora por parte de Beltrami, al menos en algunos momentos.


En definitiva estamos ante una película surcoreana con toques de cine de autor, con ansias de ser un blockbuster, y que tiene un mejor planteamiento que desenlace (el cual a mi gusto se queda un poco cojo, sin resolver algunos detalles). Pese a ello, recomendable verla para todos aquellos que les guste la temática apocalíptica debido al desarrollo tan entretenido que el director nos ofrece.
   
John Hurt y Chris Evans en un momento del film.
Chris Evans, protagonista del film.



lunes, 21 de abril de 2014

Ligeramente inferior a la original, aunque efectiva


BRICK MANSIONS (2014)

Detroit. 2018. En un intento desesperado por proteger a la población, la policía levanta un muro de contención alrededor de la parte más conflictiva de la ciudad. De este modo, el crimen campa a sus anchas por el interior de este muro sin ningún tipo de control. Corrupción, drogas, armas... Sólo Lino, un expresidiario que intenta hacer lo correcto, se atreve a luchar contra los corruptos y los mafiosos que controlan el interior. A éste se unirá Damian Coller, uno de los pocos policías no corruptos que lucha por defender a las buenas personas que quedan en la zona separada por el muro.

A muchos les habrá sonado esta sinopsis muy similar a la de la película francesa del 2004: Distrito 13, la cual tuvo la secuela Distrito 13: Ultimátum. Pues sí, ésta que nos ocupa es un remake de la película francesa anteriormente mencionada cuyo productor (y guionista) es el mismo que el de la versión original, el Michael Bay francés: Luc Besson.

El especialista en parkour David Belle (las dos primeras entregas de Distrito 13, la serie Metal Hurlant Chronicles) repite en su papel como el expresiadiario Lino, quien nos dará algunas de las mejores escenas de acción de la película gracias a sus proezas de parkour (disciplina francesa que consiste en desplazarse rápidamente por la ciudad usando las habilidades del propio cuerpo). El recientemente fallecido Paul Walker (la saga A todo gas, Ladrones, Nunca juegues con extraños) interpreta, en la que es la última película de su filmografía completada íntegramente por él (A todo gas 7 tendrán que completarla con ayuda de sus hermanos, pues aunque había grabado ya la mayor parte del metraje faltaban algunas escenas clave y los productores quieren darle un final adecuado a su personaje) al honrado policía Damian Coller, sustituyendo a Cyril Raffaelli, protagonista de la original.

 
Las interpretaciones son correctas, aunque se echa en falta el tono desenfadado de la película original, pues ésta se queda en ocasiones a medio camino entre tomarse en serio a sí misma y el tono paródico, siendo el segundo el que le conviene mucho más. La dirección es adecuada, aunque sin destacar especialmente en ningún campo, con un buen manejo de cámara (en líneas generales, aunque hay algún momento demasiado "frenético") en las escenas de acción, especialmente en las escenas de parkour. La ambientación cumple su función (aunque estaba mejor conseguida la de la película original, en la cual  la sensación de "opresión" y marginalidad en el interior del muro era mucho más destacada, dando realmente la impresión de ser un "mundo aparte"). La historia es sencilla, sin mayores pretensiones, con algunos tópicos del cine de acción en los personajes o algunas escenas, pero que resulta suficiente para pasar un buen rato ante la pantalla.



Sin embargo, lo que de verdad destaca en la película son las escenas de parkour protagonizadas por David Belle, las cuales son realmente espectaculares y el verdadero punto fuerte en que se sustentan las escenas de acción, junto con alguna pelea puntual de Belle junto a Paul Walker o de éste último en solitario, aunque este tipo de escenas son mucho más rutinarias y manidas.


Es cierto que en ocasiones tenemos una sensación de déjà vu, de ya haber visto lo que nos están mostrando. Esto es debido a que las similitudes de guión y de algunas escenas con el original son excesivas, con algunos planos (la huida inicial de Lino, por ejemplo) extremadamente fidedignos al original. No hemos de olvidar que apenas han pasado 10 años entre el original y este remake, por lo que se echa en falta alguna variación más sustanciosa en el guión y en las primeras escenas de parkour (algunos planos parecen extraídos del original, si bien es cierto que luego se van introduciendo mayores cambios poco a poco).

En definitiva, estamos ante un film levemente peor que el original, principalmente porque ha perdido la sorpresa inicial con que contaba éste, pero que entretendrá a todos aquellos a los que gustó la primera, especialmente a aquellos que les guste el parkour o disfruten de una película de acción con un tipo de acción diferente a lo habitual.

David Belle ensaya una escena junto a Paul Walker.

Un momento del rodaje del film.

lunes, 7 de abril de 2014

Gran guión, buenas actuaciones y acertada dirección

PRISIONEROS (2013)

El canadiense Dennis Villeneuve (Maelstöm, Polytechnique, Incendies o la más reciente, Enemy) sorprende con una película que, desde la aparente sencillez de su argumento inicial (la desaparición de dos niñas), atrapa al espectador introduciéndole poco a poco en una trama oscura y turbia, con multitud de ramificaciones sorprendentes e inesperadas.

Hugh Jackman (conocido para el gran público por su papel de Lobezno en la saga de X-MEN o por ser Jean Valjean en el reciente musical de Los Miserables), ofrece una interpretación magistral como uno de los atormentados padres cuya hija ha desaparecido, dispuesto a hacer lo que sea necesario por recuperarla. Le secunda un Jake Gyllenhaal (El día de mañana, Brokeback Mountaink, Zodiac, Código Fuente) inconmensurable como el detective Loki, un policía sencillo que lucha por hacer lo correcto en un mundo corrompido en el que cualquiera es sospechoso. Un personaje que poco a poco se torna más interesante y profundo gracias al buen hacer del intérprete en cada escena que aparece en pantalla.

También destaca Paul Dano (Noche y Día, Looper, 12 años de esclavitud) como el principal sospechoso del crimen, un personaje enigmático que el actor interpreta a la perfección. Lo mismo ocurre con Melissa Leo (21 gramos, The fighter, El vuelo) como su protectora tía, la actriz consigue dotar de una complejidad encomiable a su personaje, pese al poco tiempo que aparece en pantalla, otorgándole una ambigüedad que resulta muy enriquecedora para su personaje. Por último,  cabe mencionar a Terrence Howard (Crash, Cuatro hermanos, Iron Man, Red Tails) y Viola Davis (Traffic, La duda, El juego de Ender) como los angustiados padres de la otra niña desaparecida, y a Maria Bello (Payback) como la esposa del personaje de Jackman, esta última en un papel un poco desaprovechado a mi parecer debido a la escasa duración (y al comportamiento errático) del mismo en pantalla.
   
El director consigue mantener de manera magistral la tensión por el caso durante todo el metraje gracias al soberbio guión de Aaron Guzikowski (Contraband). A esto también ayuda un montaje milimétricamente calculado de los acontecimientos, así como de los diferentes planos durante cada secuencia, los cuales van incrementando la tensión de manera paulatina hasta llegar al clímax.



La fotografía también es soberbia, con planos muy pausados y una iluminación muy adecuada para cada escena (atención a algunos juegos de luces). De este modo se consigue acrecentar la sensación de angustia y opresión que te atenaza durante la mayor parte del metraje. Esta impresión se incrementa también gracias a la banda sonora compuesta por el islandés Jóhann Jóhannsson, casi desconocido para el gran público, el cual consigue aportar la nota adecuada para cada escena. De esta manera no sobrecarga sonoramente el filme, el cual es bastante sobrio en este aspecto. Esto no es algo negativo, sino que resulta muy adecuado para ayudar a crear el tono oscuro, opresivo y de tensión permanente del filme.

Especial mención merecen los últimos 20 minutos de la trama, realmente angustiosos y que desembocan en uno de los finales más sorprendentes que recuerdo. Además, dicho final invita al espectador a reflexionar sobre todo lo acontecido en la película y el porqué de ese final tan adecuado para la misma.

En definitiva, nos encontramos con una película que se sustenta en tres grandes pilares: unas actuaciones enormes, especialmente de los protagonistas; una acertadísima dirección del mencionado Villeneuve y un guión milimétricamente diseñado, que no deja cabos sueltos y que atrapa durante las dos horas y media que dura el filme ayudado por el montaje y la banda sonora.

jueves, 20 de febrero de 2014

Innecesario, pero muy interesante remake


ROBOCOP (2014)

¿Necesaria? No. ¿Aporta algo nuevo? Sí. ¿Merece la pena? Sorprendentemente, sí, mucho más de lo que aparenta a simple vista.

Nos encontramos ante una nueva adaptación del clásico de los 80 de Paul Verhoven (Desafío Total, Instinto Básico, la minusvalorada Starship Troopers). En este caso, el director José Padilha (conocido por su fiel retrato de la vida en las favelas brasileñas: Tropa de Élite) aporta un punto de vista muy interesante al clásico Robocop. Además, si bien es cierto que se han suavizado ciertas partes violentas para lograr la calificación "Para todos los públicos" tan deseada en EE.UU, esto no es especialmente un lastre, pues se ha reescrito la historia para que tomen mayor protagonismo las decisiones éticas y morales y para ofrecer algo de denuncia, algo a mi parecer mucho más acorde con los nuevos tiempos.

La película plantea cuestiones como los límites de las multinacionales para conseguir sus objetivos de ventas, la eutanasia (aunque no está marcado especialmente este punto, se trata de manera muy adecuada y humana), el valor de la familia, los ataques con drones en territorio extranjero, la manipulación de los informativos, la corrupción en la política, los peligros de la tecnología, las diferencias entre un hombre y una máquina... Este último punto es mucho más interesante de lo que pueda parecer, valorando a través de temas como la consciencia o la capacidad de decisión qué es lo que diferencia a un ser humano de un robot y por qué hay ciertas acciones que un ser humano puede realizar y un robot no (amar, valorar una vida más allá de datos meramente racionales, tomar decisiones basándose en datos emocionales y racionales...).

Este es uno de los puntos fuertes de la película, pues de manera muy sutil (quizás no profundiza todo lo que debiera, pero hace apuntes muy interesantes si el espectador está lo suficientemente atento) el director incluye gran cantidad de temas muy sugestivos para analizar y debatir, algo no demasiado habitual (desgraciadamente) en las grandes superproducciones hollywoodienses. Incluso se permite una crítica magistral al final (que algunos confundirán con una alabanza al realizarla de manera velada) a la excesiva "americanización" de muchas películas que a mí me hizo soltar una carcajada en medio del cine.

El casting elegido es espectacular, empezando por un Joel Kinnaman (El invitado, la serie The Killing) que cumple con su papel de Robocop de manera más que correcta. Gary Oldman (Sirius Black en la saga de Harry Potter, el comisario Gordon en la trilogía de El caballero oscuro) está inconmensurable como el atormentado doctor encargado de salvar al agente Murphy a cualquier coste (además de tener un protagonismo mucho mayor de lo que parecía en el tráiler), mientras es presionado por un gran Michael Keaton (Batman, Beetlejuice), quién interpreta al dueño de la todopoderosa OmniCorp al cual no le importa usar los métodos que sean necesarios para lograr implantar vigilancia en EE.UU. a través de sus drones y robots. Abbie Cornish (Elizabeth: la edad de oro, Sucker Punch) otorga una gran humanidad a la mujer de Murphy (una de las novedades de este nuevo guión), quién ve cómo poco a poco su marido está siendo sustituido por una máquina y manipulado por una gran corporación. Por último, Samuel L. Jackson (Pulp Fiction, Los Vengadores, Django desencadenado), interpreta espléndidamente al manipulador presentador Pat Novak, empeñado a toda costa en favorecer a OmniCorp y su política empresarial en EE.UU. con las mentiras y difamaciones que sean necesarias.

Pese a todos los temas que trata, no hemos de olvidar que estamos ante una película de acción, con unas escenas de acción muy bien resueltas y correctamente distribuidas a lo largo del metraje (algo en lo que muchas películas fallan al acumularlas todas -o al menos las más destacadas- al inicio o final de la misma) y con unos efectos visuales espectaculares y al servicio de la historia (el momento en que Murphy se enfrenta a lo que ha quedado de su cuerpo es espectacular tanto visual como dramáticamente).

El diseño de los diferentes robots, vehículos y armas futuristas es muy realista, lo que ayuda a que nos creamos que estamos en ese Detroit futurista de 2028 y veamos los peligros que nos presenta la película como algo mucho más cercano. Esto también ayuda a que nos identifiquemos con el protagonista y deseemos que triunfe su parte humana por encima de la robótica, pues pese a que la robótica le ha salvado la vida, si termina controlándole y eliminando sus impulsos humanos, ¿ha salvado realmente su vida?

En definitiva, estamos ante una película de acción muy bien hecha, con más trama y profundidad de lo que nos tiene acostumbrado el cine de acción últimamente, y con unos cambios lo suficientemente importantes como para justificar el pago de la entrada para este remake de un clásico de los 80.

Como curiosidad, destacar que las cuatro torres que salen en el poster promocional (las cuales no aparecen en la película) son las cuatro nuevas torres de Plaza Castilla en Madrid.

domingo, 9 de febrero de 2014

Los mejores anuncios y trailers de la Superbowl 2014


Aunque ya ha pasado una semana (no he tenido tiempo antes, lo siento), como viene siendo tradición en el blog, un año más hemos realizado una recopilación de los tráilers y spots más curiosos o llamativos del evento deportivo más esperado del año, la Super Bowl.

Este evento deportivo tiene la curiosidad de ser cada vez más esperado por la publicidad de su intermedio (y que me perdonen los fans deportivos, pero a escala mundial es así), en la cual se desvelan nuevos tráilers e imágenes de las películas más esperadas por el público y de los estrenos que quieren potenciar las grandes productoras, así como algunas piezas publicitarias realmente interesantes y curiosas.

 
 
Tráiler "24: Live another day"
 
 
Tráiler "3 days to kill"
 

Tráiler "Capitán América: El soldado de invierno"
 
 
Tráiler "Need for Speed"
 
 
Tráiler "Transformers: Age of Extinction"
 
 
Tráiler "The Monuments Men"
 
 
Tráiler "Noah"
 
 
Tráiler "Pompeya"
 
 
Tráiler "Draf Day"
 
 
Tráiler "The Amazing Spiderman 2 (Parte 1)"
 
 
Tráiler "The Amazing Spiderman 2 (Parte 2)"
 
 
Spot "Jaguar" con Tom Hiddleston, Mark Strong y Ben Kingsley
 
 
Spot "Toyota Highlander" con Terry Crews y Los Teleñecos

 
Spot "Chrysler" con Bob Dylan
 
 
Spot "The New Radio Shack"
 
 
Spot "Ford" con James Franco y Rob Riggle


viernes, 24 de enero de 2014

"Let it go" de "Frozen" en 25 idiomas

Disney ha iniciado una curiosa campaña, tras ganar el Globo de Oro a la mejor película de animación por "Frozen", para apoyar la candidatura de su film y de su canción principal de cara a los Oscar.

Por eso, han subido un vídeo en el cual la protagonista canta "Let it go" en 25 de los idiomas a los que ha sido traducido el film. ¡Espectacular!